UN 84% DE LA POBLACIÓN ESPAÑOLA ACEPTARÍA REGULACIONES AMBIENTALES MÁS ESTRICTAS PARA PROTEGER EL PLANETA

Ayer, 17 de mayo, se celebró el Día Mundial del Reciclaje. En una encuesta publicada recientemente, la plataforma de datos Statista ha analizado las tendencias de la población española a la hora de reciclar. Una de las conclusiones muestra que entre 2007 y 2019 el porcentaje de personas que reciclan envases de plástico ha pasado del 23,3% al 51,5%. Por su parte, el último estudio de ASPAPEL (Asociación Española de Fabricantes de Pasta, Papel y Cartón) revela que la tasa de reciclaje del papel en España se sitúa en el 78%.  Podemos deducir que cada vez hay más concienciación hacia el medio ambiente entre la ciudadanía y que se hacen esfuerzos para contribuir de manera individual.

Los contenedores ayudan a separar los residuos para que sea más fácil su reciclaje. Nareeta Martin

Reciclar es una de las famosas tres R que se pueden llevar a cabo en ámbitos como el consumo individual, pero también a nivel de empresa. Las otras dos son Reusar, para reutilizar lo que se pueda antes de adquirir un producto nuevo; y Reducir para intentar, siempre que esté en nuestra mano, comprar la menor cantidad posible de envases o productos que sean difícilmente reutilizables o, en su defecto, elegir los que tengan envases o procesos de producción más sostenibles. El reciclaje es importante, pero no es la única vía para implementar hábitos sostenibles, sobre todo desde el ámbito empresarial. De hecho, es la última en nivel de prioridad dentro de esas 3R.

El estudio ‘Nuestro Planeta’ de la consultora Kantar declara que “El 84% de la población española aceptaría regulaciones ambientales más estrictas para proteger el planeta, seguida de Singapur (83%) y Polonia, Nueva Zelanda y Reino Unido (las 3 con un 79%)”. Y el porcentaje de personas preocupadas por el cambio climático ya alcanza el 93% en España. Las acciones individuales en el ámbito privado cada vez son más frecuentes, pero las empresas también quieren sumarse a este cambio.

Reducir los envases que traemos a casa es una buena manera de cuidar el medio ambiente. No revisions

¿Qué se puede hacer desde el ámbito empresarial?

Una manera de contribuir al cuidado del medio ambiente, además de las 3R de Reducir, Reusar y Reciclar, en la empresa es a través del ACV (Análisis de Ciclo de Vida). El ACV se centra en calcular el posible impacto ambiental en todas las etapas del proceso desde su inicio (la extracción de una materia prima, por ejemplo) hasta el final del ciclo de vida de un producto (vertidos, emisiones, residuos…).

Con estos cálculos es posible implementar cambios y estrategias que sean verdaderamente más sostenibles y asegurarnos de que no se generan otros impactos en otra etapa del ciclo vida. Por ejemplo: si se necesitase mucha más energía para el proceso industrial de reciclaje que para la producción primaria del mismo material, se generarían muchos más impactos ambientales ligados a la producción de esa energía y no sería sostenible, por mucho que reduzcamos la generación de residuos.

Todas las actividades o productos tienen un impacto potencial en el medio ambiente y en la sociedad. El reciclaje también. Se trata de un proceso industrial que, para poder reaprovechar los elementos ya utilizados, también requiere infraestructura, materiales químicos y energía y, por supuesto, tiene derivado su propio impacto ambiental. Por eso reciclar puede ser una de las soluciones a implementar en una empresa, pero puede – y debe – acompañarse de otras como reducir, reusar y también del empleo del ACV para evaluar los impactos.

Para los cálculos del ACV es necesario contar con los conocimientos de profesionales expertos que asesoren sobre las medidas a adoptar para optimizar los procesos y hacerlos más sostenibles. En Contactica contamos con un equipo especializado en sostenibilidad y ACV que ha participado en numerosos proyectos de financiación europea.

¿Quieres saber más? En este artículo te contamos más sobre ACV y nuestra manera de trabajar.

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